lunes, 27 de abril de 2015

Siempre me asombro tu sinceridad para contarme las cosas, me asombró, por ejemplo, tu sinceridad para hablarme de tus problemas, de tus dudas, de tus confusos pensamientos, de tus pasos e intrigas. Me asombró tu sinceridad para decirme, como me dijiste una noche "me voy, no podemos seguir con esto." Y me asombró también mi hipocresía, porque yo te dije 'vete', cuando en realidad, quería decir que te quedarás.

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