miércoles, 23 de mayo de 2018

Detenerse un momento a ser consiente de cómo pasa el tiempo, de cómo cambia nuestro entorno; se distorsiona y transforma, de cómo hemos ido cambiando a lo largo de nuestra vida, cómo se puede vivir tanto en tan poco tiempo y cómo eso afecta nuestra evolución.
Las cosas marcan. Los hechos marcan. Las personas marcan.
Todos y cada uno de nosotros somos un nido de recuerdos en el que estos entran y salen sistemáticamente aún así no queramos. No existe resistencia para evitar esta dinámica de mutación que nos exprime y vuelve tan manipulables como subversivos.
Guardamos en nuestro interior un poquito de cada quien y acabamos siendo demasiado eclécticos,
después de todas esas cosas no podemos volver a ser la versión original. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario